FABULA DEL DEL CANCODRILO Y SUPERCHANGO -1° PARTE-

Un perrito bastardo, Pepiño, emigra a Venezuela desde la pobre Galicia y su Herbon natal. Por unico equipaje lleva un mano de esos pimientos picantes que se cultivan por alli. El perrillo resulta tan ridiculo que todo el mundo, al verlo, rompe a reir irresistiblemente. Una carcajada gigantesca lo acoje donde quiera que llega. La unica que no se burla ni se rie del menudo e irrisorio Pepiño es una cocodrila llamada Machu Pichu, que es sordomuda. El, sobra decirlo, cae entonces perdidamente enamorado de ella. Asi que se ponen a plantar pimientos y tienen un hijo, al que llaman Cancodrilo. En cuanto ve la luz, el pequeño Cancodrilo mira al padre, el cual le parece tan graciosos y no puede contenerse y suelta una carcajada irrefrenable, infinita, homerica, una de esas carcajadas que hacen se nos salten las lagrimas. Y entonces descubren, para maravilla de todos, que Cancodrilo vierte lagrimas de oro; un azar inesperado que lo cambia todo.
Cancodrilo se convierte asi en el rey del pimiento, el jefe del pueblo, el cacique, el millonario, el explotador de los indigenas. Sin limites y a sus anchas rie como un loko, aumentando su fortuna, cuanto mas se rie, mas triste se vuelve en cambio la gente y tanto mas lo odia. Pero un buen dia se presenta de pronto Superchango, un dios rebelde y libertario que desafia a Cancodrilo a una diabolica partida de futbolin. No sabemos quien gana finalmente, pero los contendientes acaban el encuentro transidos de una infinita tristeza, de un abrumador malestar. Lo peor para Cancodrilo es que las lagrimas han desaparecido y el oro se acabo.
Decididos a recuperar su risa, los dos se embarcan a Veracruz en un barco de acordeones y durante un viaje infinito. Solo que uno de los acordeones revela ser, menuda broma, el diablo en persona; el es, apostad lo que querais, el que desencadena el huracan Hortensia, la diosa de la Atlantida, la Ultima Ola, pone tambien de su parte y el naufragio resulta ineluctable.